EN BLANCO Y NEGRO

Ya va siendo hora de establecer los cimientos en terrenos secos.
Y puestos a tapiar, cubrir los miedos (que no los errores).

El no tener claro quién soy empieza a ser una constante...molesta, a veces, pero convivimos.
A veces, me gustaría ver una proyección, palomitas en mano (pecando de clichés, sí), de mi vida en blanco y negro (¿no dicen que los recuerdos no tienen color?).
El problema es que la inspiración bohemia de análisis vital no avisa (con lo de moda que están las alarmas en móviles, ordenadores, etc.!!).


Creo que cuanto más incierto consideramos el futuro, más nos aferramos a cualquier pretérito indicio para que nos oriente...(qué error tan grande).

P.D.: En menos de 15 días tendré que reubicar los cimientos.

APRENDE A ECHAR DE MENOS

Y arrastro ráfagas de individualidad como quien roza los zapatos cansados por el suelo.
Dedico demasiado tiempo a leer incansablemente mi cabeza e, incluso al toparme con la palabra "fin", no consigo esa plenitud de cuando te sientes indestructible por ser quien eres...

Me falta descifrar tu sonrisa en cada esbozo de emoción. Me falta no perderme ni un segundo de tus intensidades.

Necesito tanto de ti para estar íntegra que a veces dudo de mi solidez.
Es como si cada día me consumiera un poco. No comprendo este sentimiento de agujero negro, de hueco en expansión en el pecho.
Son duros los silencios.

Prometo que mi sonrisa ondea alto (pero flaquean energía y motivos).

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08/08/2009
A Coruña: un hombre de 76 años mata a su mujer en Coristanco

29/07/2009
Málaga: Un hombre mata a su esposa con una escopeta en Ronda

29/07/2009
Murcia: Un hombre mata a su mujer con una escopeta y luego se suicida

28/07/2009
Toledo: Un hombre mata a su ex pareja delante de su hija de seis años

23/07/2009
Una mujer grave tras ser apuñalada por su novio

Oigo gritos. Una mujer llora. Más gritos. Un hombre insulta.

Me asomo a la ventana en el momento justo en que él le da un puñetazo. La sensación de angustia me bloquea y me quedo quieta, observando. Siguen discutiendo, más insultos, más golpes.

La gente mira, se apelotona, a una distancia prudencial, por supuesto, y mira.

Llega un niño, calculo 10 años, y se agarra al bolso de la madre; él también llora.

Ella intenta huir, se monta en el coche. Pero él le sigue, se sube, también. Dentro, continua pegándole de una forma brutal.

Mi pánico crece y la reacción que tengo es bajar con el móvil en la mano.

"¿Alguien ha llamado a la policía?" , pregunto.

"¿Para qué? Están siempre igual".

Descompuesta, insisto: "¿Pero nadie va a llamar a la policía?"

Silencio. Miradas perdidas. "Y0, desde luego, no".

Ahora sería el momento de soltar un chaparrón de los descalificativos más crueles hacia esa gente. El momento de condenar tan tajantemente y con tanto aplomo como intentamos hacer muchas personas. El momento de decir "NO, NO HAY SUFICIENTE PROTECCIÓN", "NO, LA LEY NO CUBRE LAS NECESIDADES", "NO, NO Y NO HAY IGUALDAD DE GÉNERO".

Pero estoy bloqueada. No me salen los adjetivos. No me sale escribir un discurso sobre cómo el patriarcado aún manda.

Tengo tanta rabia, tanta, que todo mi pacifismo hace aguas cuando pienso en todos y cada uno de estos grandísimos hijos de puta.

Teniendo en cuenta mi futuro profesional, sí que diré que, sin duda, algunos son enfermos mentales y que, consecuentemente, no necesitan castigo sino terapia y tratamiento. Pero, ¿cuántos? ¿un 1%? Siendo realistas, la inmensa mayoría tienen la férrea convicción de que la mujer es suya y, por tanto, pueden hacer lo que quieran, incluso tantear con su vida. Nada de patologías.

Lo último que le dijo, antes de dejarla, por fin, irse: "Que te juro que esta noche vengo y te mato, eh?".

(Esta noche me va a faltar un Dios para rezarle).

48 mujeres muertas en lo que va de año. 48 contabilizadas (cuánto no sabremos...). 48 solo en España (cuánto mundo machista queda y todo lo que pasa en él...).